Patricia Gómez i Picard
Consejera de Salud y Consumo de Islas Baleares
¿Cómo llegaste a tu puesto de Consejera de Salud de Islas Baleares?
Lo primero decir que la profesión nos aporta mucho más de lo que podemos aportar nosotros, porque nos permite conocer todos estos ámbitos. A cualquiera decir que no tenemos demasiados techos, ya que nunca he buscado estar en un cargo determinado. Ahí se va forjando todo, hasta tu personalidad. Esto lo digo muy convencida: los enfermeros somos mejores. La profesión nos ayuda a ser buenas personas porque estamos cerca del sufrimiento. Estamos cerca de la recuperación, estamos cerca de momentos vitales para las personas.
Después de casi 20 años en gestión en Baleares, cuando volví a asistencia en el 2011 no sabía nada, me di cuenta de lo ignorante que era. También por sufrir mis propias decisiones porque era directora de cuidados y tenía que trabajar en un ámbito más teórico.
Hacen falta grandes pactos y que no nos desviemos de lo importante. Ahora mismo necesitamos recuperar la confianza de los ciudadanos y eso deberemos plantearlo los que estamos más cerca de la política. De la misma manera que un directivo puede ser ejemplar, un político tiene que ser ejemplar y los medios de comunicación tienen que entenderlo y por eso necesitamos un gran pacto. Yo he pensado y me he equivocado en muchísimas ocasiones en la elección de personas, porque has conocido a una persona en un ámbito. Siempre he dicho que me veo capaz de trabajar en muchos sitios y hay veces que no haces el ejercicio de reflexión previo.
¿Cómo habéis trabajado la crisis de coronavirus en las Islas Baleares?
La crisis del coronavirus en Baleares ha sido dura, ya que se toman muchas decisiones todos los días. Una supervisora de unidad toma lo que pasa. Lo primero a lo que hacemos referencia casi todos: el primer caso fue en La Gomera y el segundo aquí. Nos dimos cuenta de todo lo que teníamos que poner en marcha. Habíamos trabajado los protocolos y lo teníamos en modo teórico, pero el hecho de tener que aplicarlo fue considerable. Además este segundo caso de España tuvo muchos contactos porque tenía síntomas leves y eso nos obligó también a hacer un rastreo.
Luego en un momento dado pensamos que teníamos que contener la epidemia en atención primaria. En Islas Baleares hemos sido los únicos de España que han hecho esto. Muchas comunidades han apostado por una forma distinta. Creamos un circuito específico para pacientes con problemas respiratorios. La gran mayoría de médicos dicen que el triaje telefónico que las enfermeras han hecho a los pacientes respiratorios ha sido buenísimo. No se había hecho nunca de esta forma y tienen todo el reconocimiento, no solo nuestro sino de todos los profesionales y se ha apostado mucho por mantener al paciente en principio.
Nosotros tenemos recursos limitados porque estamos obligados a trasladar pacientes en avión o en helicóptero. Cada hospital hizo su plan de contingencia a la vez que primaria. Se organiza de una manera completamente distinta, dando mucho protagonismo a primaria, aunque tenemos algunos pacientes que cuando llegan al hospital, ya están bastante mal por ese exceso de celo, de tener al paciente en su entorno el máximo tiempo posible.
Hemos edificado hoteles, también teníamos en Islas Baleares un “mini-IFEMA” preparado que afortunadamente no nos ha hecho falta. A lo largo del mes de marzo teníamos un 70-80 % camas ocupadas, nunca hemos llegado al 100. En Menorca, 20 días sin un solo caso, en Ibiza, 50 días sin ingresar un paciente en cuidados intensivos. En Mallorca tenemos 1000 camas y solo hay 120 ingresados por COVID. La directora asistencial dice que “no hay COVID, que los estamos buscando desesperadamente“
Creo que hay poca transmisión comunitaria y eso no quita que pueda haber pequeños brotes. Tenemos que ser muy prudentes y tenemos que seguir con ese seguimiento de casos y para eso hay que invertir en tecnología, en productos de investigación…etc. Hemos hecho una invitación a las empresas locales para ver si pueden fabricar batas o mascarillas y se han presentado muchas propuestas. Ojalá que no tengamos que comprar en China y que podamos comprar aquí.
Sobre todo gracias a los enfermeros y enfermeras porque se ha demostrado que están en los momentos difíciles. Creo que tiene un gran valor social cuando se vela por la entrega y la disponibilidad de todos los profesionales. Es probablemente el mayor reconocimiento que se nos hace como profesión y lo que me corresponde es dar las gracias a todos.
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