Enfermero, Licenciado en Psicología, Máster en Administración y Dirección de Empresas, Doctor por la UNED y Secretario General del Consejo General de Enfermería de España; hoy dedicamos post a nuestro colaborador Diego Ayuso (Director del Máster en gestión de equipos de enfermería) y a su último libro ‘Cuidados al Paciente Crónico y Gestión de Casos en enfermería’.
Pregunta: Liderazgo, gestión de enfermería, apertura de hospitales, enfermería familiar y comunitaria…. ¿Por qué ahora paciente crónico?
Respuesta: La sociedad actual está sufriendo, una serie de cambios sociodemográficos, los nacidos en 2015 previsiblemente tendrán una esperanza de vida de 105 años. Junto al brusco descenso de la natalidad, se ha unido el aumento de la esperanza de vida, lo que conlleva un elevado envejecimiento poblacional, con una elevada prevalencia de personas, con dos o más enfermedades crónicas, que genera una situación de fragilidad, y que precisa de una elevada utilización de recursos sanitarios. Los pacientes crónicos consumen más del 75% de los recursos sanitarios y las enfermeras/os jugamos un papel protagonista para el abordaje de la cronicidad y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Todo lo anterior refleja el motivo para abordar el cuidados al paciente crónico en este libro, dar respuesta a las necesidades de la población, los pacientes y también de los profesionales de la salud, abordando nuevos retos y un cambio de modelo de sistema de salud que en este momento es necesario.
P: ¿Tienen las enfermeras suficiente liderazgo en la gestión de los cuidados? ¿Qué papel deben jugar?
R: Las enfermeras, por su formación y desarrollo competencial, tienen suficiente liderazgo para asumir la gestión de cuidados, la gestión de casos y ser verdaderos referentes de la atención sanitaria y los cuidados del paciente crónico. El papel debe ser protagonista en la educación para la salud la educación sanitaria y la adquisición de hábitos de vida saludable de la población y los pacientes, para conseguir mayor salud en la edad adulta, prevenir la aparición de enfermedades crónicas, y si aparecen ofrecer al paciente el arsenal terapéutico necesario para que el paciente elija libremente como gestionar su proceso.
Hay que potenciar el autocuidado, por ello hay que desarrollar las escuelas de pacientes, dar mayor relevancia a las asociaciones de pacientes y conseguir que los ciudadanos se impliquen en su proceso de salud y se empodere realmente de cómo gestionar su proceso salud-enfermedad. En esto debemos potenciar el uso de las Tecnologías de la Información y orientar al ciudadano que páginas son seguras en internet para obtener información de calidad y con evidencia científica, todos estos temas son tratados con profundidad en diferentes capítulos del libro.
P: ¿Están bien atendidos los pacientes crónicos en nuestro país?
España cuenta con un SNS de los mejores del mundo, y por tanto debemos estar muy orgullosos de tener una sanidad universal, financiada mediante impuestos y de primer nivel asistencial. Dentro de este contexto hay que contemplar áreas de mejora, como los ratios insuficientes de enfermeras/os que deben ser mejorados, en Europa hay 810 enfermeras por 100.000 habitantes y en España tenemos 508 enfermeras por 100.000, en hospitalización de agudos el ratio es 1 enfermera por cada 12-15 paciente y en Europa 1 enfermera cada 8, y en atención primaria en España hay 1 enfermera para una población de 2.500 ciudadanos mientras que en Europa la media es 1/1000 ciudadanos. Estamos muy por debajo de los ratios necesarios, hay que invertir en Enfermeras para mejorar la atención de nuestra población y de los pacientes crónicos.
También hay que plantearse un cambio de modelo sanitario, pasando de un modelo hospitalocentrista basado en la atención de la enfermedad aguda, a modelos que apuesten e inviertan en la atención de la cronicidad, la atención sociosanitaria, la gestión de casos, las enfermeras de práctica avanzada y la prevención de la enfermedad. Un ejemplo de esto sería la enfermería escolar, si hubiese enfermeras en los colegios que educaran a nuestros hijos en prevención, educación para la salud y adquisición de hábitos de vida saludable en la edad adulta seguro que existiría menos cronicidad, y esto sin duda es una inversión a largo plazo.
Otro aspecto de mejora es la atención de la dependencia, siendo necesario incrementar la inversión en atención sociosanitaria y de ayuda domiciliaria, para que el paciente crónico reciba los cuidados necesarios, cuidar a los cuidadores principales de los pacientes crónicos y lograr que el paciente crónico tenga cubiertas sus necesidades básicas en dependencia.
P: Aborda los cuidados al paciente crónico adulto, pediátrico y desde el ámbito sociosanitario hospitalizado, ¿cuáles son las diferencias?
R: El libro aborda los diferentes niveles de atención del paciente crónico y en las diferentes etapas de la vida, para definir claramente las necesidades que se presentan en cada contexto y poder perfilar cuales son los cuidados específicos en cada momento.
La cronicidad aparece desde el nacimiento en muchas patologías que son genéticas o hereditarias, las necesidades del niño son diferentes al adulto o al anciano, y por esto se abordan capítulos específicos para cada tipo de pacientes. Hay que dejar claro también, la necesidad de la coordinación entre niveles asistenciales y la relevancia que hay en la gestión de casos complejos para que el paciente crónico reciba la mejor atención independientemente del nivel asistencial donde se encuentre, ya sea en su domicilio, atención primaria, atención hospitalaria aguda o atención sociosanitaria. Esta coordinación pasa por la figura de las enfermeras gestoras de casos y de enlace que también se aborda en el libro.
Hay que potenciar el autocuidado, por ello hay que desarrollar las escuelas de pacientes, dar mayor relevancia a las asociaciones de pacientes
P: ¿Qué es la ‘enfermera empresaria’ a la cual hace referencia en su libro?
R: Queremos poner de manifiesto la importancia de trabajar como profesional autónomo que tienen las enfermeras en el ámbito de la cronicidad, y destacar que puede ser una línea de desarrollo profesional, creando una empresa de cuidados, liderada por enfermeros/as que de soporte a las necesidades de atención de los pacientes crónicos como complemento del SNS.
P: El fomento del autocuidado, ¿es una tarea exclusiva de los profesionales de sanidad o también puede ampliarse a ámbitos más sociales, culturales y educativos? (como colegios, centros sociales, etc…)
R: Fomentar el autocuidado no debe ser exclusivo de nadie, ni de ningún profesional, pero sin duda el fomento del autocuidado en salud debe estar en manos de profesionales, siendo los médicos y enfermeras los profesionales sanitarios que tienen por Ley definidas las competencias genéricas en este ámbito. Siendo necesario el apoyo del resto de profesionales de la salud para temas específicos, como los farmacéuticos, fisioterapeutas, psicólogos, podólogos, odontólogos, etc. El autocuidado debe ser desarrollado desde la infancia, por eso creo que la figura de la enfermera escolar es clave en el nuevo modelo de salud, y esto ampliarlo a diferentes foros, donde los profesionales sanitarios aporten sus conocimientos científicos y llegue a la población de una forma fluida.
P: ¿Qué destacaría del libro ‘Cuidados al Paciente Crónico y Gestión de Casos en Enfermería’?
R: Destacaría que es una obra colectiva y eminentemente práctica, en la cual participan 17 enfermeras de primer nivel, cada una de ellas aportando la experiencia y el amplio conocimiento en cada uno de los capítulos que se abordan. Es un manual de referencia para los profesionales que trabajan con pacientes crónicos, los que quieren dedicarse a esté ámbito asistencial cada vez más prevalente y también para la población en general para que conozcan la realidad asistencial y el cuidado en cronicidad. No olvidemos que todos somos o seremos pacientes.
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