Todo sanitario que haya pasado por una unidad especial sabe perfectamente el miedo que da enfrentarse a determinadas situaciones.
Miedo al no saber qué hacer, cómo actuar, cómo vas a reaccionar….
Miedos naturales frente a lo desconocido que solo se marchan cuando nos enfrentamos a esa situación. Pero de forma tradicional esta lucha se enfrenta desde un punto de vista estresante: «¿No sabes nada de UCI? Ya aprenderás en la UCI.»
Un punto de vista erróneo –> Para estos casos, está la formación.
La formación como herramienta clínica
No solo es útil y necesario formar a los profesionales sanitarios para que adquieran más conocimientos teóricos, si no que cada día es más vital formarles en aspectos clínicos.
Aspectos donde aprendan la realidad de una unidad, de una operación o de una práctica clínica… Y aquí es donde entra a formar parte la inmersividad.
No le expliques a la instrumentista cómo se hace un bypass, o al equipo de triaje una situación conflictiva de forma teórica, o incluso la utilización de un instrumento de medida con el libro de instrucciones
Que vivan la experiencia, desde dentro
Coloca al personal en frente de lo que va a ser o es su realidad clínica, déjale que vea su entorno, que se acerque a las pantallas, que aprenda como se utiliza la sala o dónde están colocadas las cosas, cómo se lidia en una situación peligrosa o de riesgo… Desde la seguridad de su casa.