José Ramón Martínez Riera, Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria, explica la situación de la enfermería comunitaria en la situación actual con la covid-19, analizando el estado previo a la pandemia y las perspectivas de futuro que tiene esta especialidad de enfermería.
José Ramón Martínez Riera
Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria
José Ramón Martínez Riera considera que las enfermeras comunitarias están, como todos los profesionales de la salud, preocupadas por la intranquilidad que genera la situación y por la dificultad que añade a su trabajo diario.
«La pandemia ha dejado en el sistema nacional de salud unas carencias muy importantes«
La pandemia ha dejado en el sistema nacional de salud unas carencias muy importantes, que vienen acumuladas desde años atrás. Por ejemplo, la crisis de 2008 mermó la capacidad de respuesta de la atención primaria suponiendo para las las enfermeras comunitarias tener unas ratios enfermera-paciente muy alejados de lo que sería demandable. Esto es algo que vienen denunciando desde entonces organismos internacionales como la OMS.
Por otra parte, la pandemia ha fagocitado cualquier otro problema que no sea el coronavirus, lo que genera una demanda insatisfecha por parte de la población. Además de estar preocupada por el coronavirus tiene problemas de soledad, cronicidad, de atención a las personas con discapacidad, de violencia de género… problemas de los que se encarga la enfermería comunitaria.
Esto se traslada a los profesionales y genera en ellos un sentimiento de frustración ante la visualización de no poder atender a todos los pacientes por falta de personal y porque las condiciones merman la calidad de la atención que se debería dar a otros problemas que no sean el coronavirus. La situación ha obligado a las enfermeras comunitarias a dejar de atender una serie de necesidades que hay, como la cronicidad, por una cuestión de urgencias. La enfermería comunitaria se ha relegado a un segundo plano.
Desde la Asociación de Enfermería Comunitaria creemos que son compatibles ambas atenciones, porque lo merecen. La cronicidad no desaparece porque aparezca el covid, la soledad no desaparece, ningún problema desaparece. Al contrario, en muchas ocasiones se incrementa.
Esto hace que existan muchas demandas insatisfechas por parte de la población con relación a la enfermería comunitaria debido al covid, que se solucionan con la autonomía que han logrado los pacientes crónicos gracias a las atenciones prestadas anteriormente por las enfermeras, al cuidado familiar o a través de la petición de atención urgente en un momento determinado por problemas que no son capaces de solucionar.
«…se está cronificando la cronicidad»
Como sociedad científica, desde la Asociación de Enfermería Comunitaria, venimos diciendo hace mucho tiempo que se estaba cronificando la cronicidad, viéndola sólo desde una perspectiva medicalizada, desde una perspectiva biologicista en la que se otorga a la persona con enfermedades crónicas una perspectiva pasiva, una perspectiva paternalista. Esto hace que aumenten las demandas, que las personas no sepan manejar de manera responsable y autónoma sus problemas. Genera un problema de salud pública, de salud comunitaria, porque se produce un consumo de recursos comunitarios importante.
Está claro que la cronicidad tiene efectos en la biología, pero también es cierto que se puede afrontar desde perspectivas mucho más allá de la perspectiva médica. Es muy importante que se incorpore tanto a la promoción de la salud como la prevención en el abordaje de la cronicidad.
Las personas que tienen cronicidad no son personas incapaces de desarrollar actividades. Una persona que lleva gafas es una persona con una patología crónica, de miopía o lo que le afecte. ¿Por qué entonces una persona con diabetes no se le puede considerar desde la misma perspectiva? Si realmente queremos generar una nueva normalidad, la cronicidad se va a tener que retomar desde esa perspectiva, y el papel de la enfermería comunitaria es fundamental para ello.
«El paciente crónico ha estado en el foco como el más vulnerable desde que empezó la pandemia»
En el contexto actual la situación ha provocado a que se aplace la atención de la cronicidad por el covid. Desde la Asociación de Enfermería Comunitaria venimos reclamando desde que se inició la epidemia en marzo, y trasladándolo al ministerio de sanidad y las diferentes consejerías de salud, la necesidad de que se desarrollen actividades de intervención comunitaria en las que haya una participación activa de la comunidad. Para el abordaje de determinados aspectos como el de mejorar la medidas de seguridad, dar mejor información, utilizar a los agentes de salud de asociaciones y organizaciones para que sintieran parte del proceso y se generase una red de información que minimiza la ansiedad, minimizar la alarma…y no se nos ha hecho caso a pesar de que existen evidencia científicas que identifican claramente que cuando se han puesto en marcha este tipo de intervenciones la situación mejora de manera sustancial.
La consulta telefónica ha sido un recurso que ha crecido exponencialmente como modalidad ¿Ha servido esta crisis para esto? ¿Es positiva la teleconsulta?
Si, si no hacemos como en otras ocasiones que la teleconsulta desplaza cualquier otro tipo de acciones. La teleconsulta debe ser una herramienta que ayude a la atención de la ciudadanía, no puede sustituirla, La atención directa ha sido, es y debe seguir siendo fundamental y más cuando hablamos de cuidados en pacientes crónicos.
Deben articularse de manera que refuerza la calidad de la atención a las personas.
El liderazgo y la visibilidad de la enfermería de la atención primaria ha aumentado, ¿es pasajero?
Duele que haya tenido que venir una situación como ésta para que social e institucionalmente se denote la importancia de la actuación de la enfermería comunitaria, que va más allá de la atención primaria, que sirve de eje para articular.
La enfermería comunitaria sufre la dejación de la administración en la concreción de un examen de acceso excepcional a la especialidad solicitado por más de 40 mil enfermas en este país.
Llevamos años en los que se van formando especialistas en enfermería comunitaria, pero a día de hoy todavía no existen plazas específicas de su especialidad en la mayoría de servicios de salud de las comunidades autónomas. Esto hace que o bien estas enfermeras formadas durante dos años debían salir al extranjero o deban trabajar en otros ámbitos o como enfermeras generalistas cuando son especialistas.
Es un fraude de ley, porque se usan recursos públicos para formar profesionales de los que luego no se obtiene el beneficio de la formación que se les da. Esto repercute en la atención a la población y en las relaciones entre los profesionales a la hora de acceder a plazas de atención primaria, como es el caso de la enfermería comunitaria.
La vacunación de la gripe y la Covid-19
Hacemos una llamada a la responsabilidad de los profesionales sanitarios, y en especial a las enfermeras, para que se vacunen de la gripe. Tenemos tasas de vacunación en años anteriores muy bajas. Hay que trasladar la importancia de que se vacune toda la población de riesgo porque es necesario que limitemos al máximo los riesgos que se generan por la gripe, y además en esta situación de pandemia.
«La vacunación de la gripe es imprescindible siempre, y en la situación en la que estamos todavía más.»
Falta por ver cómo se manifiesta la gripe este año y qué problemas puede generar en cuanto a confusión entre diagnóstico de gripe, covid y las consecuencias que dicha incertidumbre puede generar en los servicios de salud y especialmente en los de atención primaria.
Es más un problema propio que ajeno de otras sociedades científicas. Ahora mismo hay 6 sociedades científicas enfermeras que han estado participando en el primer congreso nacional de la covid-19, en el que hemos tenido un peso específico muy importante. Hemos sacado un manifiesto, que salió en medios de comunicación escrito y audiovisuales, dirigido a la población con un lenguaje claro y directo que pretende llamar la atención sobre el impacto de las sociedades científicas a la hora de hacer frente a la pandemia. Aportando nuestro saber, nuestros cuidados… que es lo que podemos hacer.
«…afrontar una situación de la magnitud de la pandemia solamente podemos hacerlo desde la unión»
Ya no hay esa brecha entre unas sociedades científicas de unas disciplinas y otras. Es una de las grandes ventajas que hemos tenido con la covid, para afrontar una situación de la magnitud de la pandemia solamente podemos hacerlo desde la unión.
En CursosFnn somos plenamente conscientes de la importancia que tiene la enfermería comunitaria en el sistema de salud, por lo que incluimos en nuestro catálogo de formación online cursos de especialización en enfermería comunitaria acreditados por la Comisión de Formación Continuada y certificados por universidades.