Noelia Agudín Barrero
Terapeuta Ocupacional
Introducción
La terapia ocupacional es una profesión que se ocupa de la promoción de la Salud y el Bienestar a través de la ocupación. El principal objetivo de la terapia ocupacional es capacitar a las personas para participar en actividades de la vida diaria. Los terapeutas logran este resultado mediante la habilitación de los individuos para realizar aquellas tareas que optimizarán su capacidad para participar, o mediante la modificación del entorno para que éste refuerce la participación.
La organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “el conjunto de técnicas, métodos y actuaciones que, a través de actividades aplicadas con fines terapéuticos, previene y mantiene la salud, favorece la restauración de la función, suple los déficits invalidantes y valora los supuestos comportamentales y su significación profunda para conseguir la mayor independencia y reinserción posible del individuo en todos sus aspectos: laboral, mental, físico y social”.
La evaluación constituye la primera fase del proceso de intervención y tratamiento en terapia ocupacional. El proceso de evaluación de Terapia Ocupacional cobra así una enorme importancia para la obtención de información ocupacional de la persona, para lograr una visión más precisa de su ejecución de las AVD y de cómo estas interfieren en su funcionamiento global, sin olvidar las ocupaciones que dan sentido a Sus vidas, que constituyen sus metas, sus objetivos personales y su proyectos de vida.
La principal meta de la terapia ocupacional en Salud Mental es mejorar la calidad de vida de las personas a través de la calidad, la satisfacción y la felicidad, ayudando a que asuman la responsabilidad de sus propias vidas para poder desarrollar sus proyectos vitales y participar activamente en la comunidad y en su entorno social (2)
• Actividades básicas de la vida diaria ( ABVD) (3) :
En 1978 la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (AOTA) elabora la primera definición de AVD, que las define como los componentes de actividad cotidiana comprendidos en la actividades de autocuidado, trabajo y juego /ocio. (4) En 1981 Pedretti (5) las definió como las tareas de automantenimiento, movilidad, comunicación y manejo del hogar que permiten a un individuo alcanzar independencia personal en su entorno.
Más tarde en 1986 Monsey (6) añade que las actividades de la vida diaria son todas aquellas actividades que uno debe desempeñar o llevar a cabo para participar con comodidad en otras facetas de la vida. Estas actividades pueden ser subdividas en autocuidado, comunicación y transporte. Las actividades de la vida diaria también incluyen la responsabilidad de ser uno amo de casa o administrador de la casa.
Seria pasada la década de los noventa cuando ya establece la división en el propio concepto, clasificándolas en actividades básicas e instrumentales. Para definir y clasificar actualmente las AVD, tomamos como referencia la última edición del documento elaborado por la AOTA,
Occupational Therapy practice framework;domain and process, publicado en la AJOT.(7) , que recoge que las áreas de ocupación comprenden: Actividades básicas de la vida diaria( ABVD) ,actividades instrumentales de la vida diaria(AIVD),educación, trabajo, juego, ocio y participación social.
Las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) o también llamadas Activities of Daily Living (ADL) o Actividades Personales de la vida diaria(APVD) son definidas como aquellas actividades orientadas hacia el cuidado del propio cuerpo, adaptando tal definición de la elaborada por Rogers y Holm (1994) (8). En lo que respecta a actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) adoptan también la definición dada por Rogers y Holm (1994) (8), a saber: actividades orientadas a interactuar con el entorno, que son a menudo complejas y generalmente opcionales por naturaleza y que pueden ser delegadas en otros.
Son complejas tanto a nivel motor como cognitivo y más elaboradas. Ello conlleva a que hagan posible la independencia de la persona en su entorno comunitario. (3)
A continuación se recoge en las dos próximas tablas (1 y 2) que actividades se incluyen dentro de las actividades de la vida diaria objeto de nuestro estudio (ABVD y AIVD), así como una breve definición que intenta especificar las actividades concretas a las que hace referencia.
Tabla 1-1. Actividades básicas de la vida diaria
Bañarse, ducharse. Obtención y uso de pertrechos; enjabonado, aclarado y secado de las partes del cuerpo; mantenimiento de la posición del baño y transferencia a la posición del baño y desde la misma.
Control de esfínteres. Incluye el control intencional completo de los movimientos de los intestinos y de la vejiga urinaria y, si fuese necesario, el uso de equipamientos o agentes para el control del intestino.
Arreglarse. Selección de vestidos y accesorios adecuados al momento del día, al clima y la ocasión; obtención de los vestidos del área de almacenaje; vestirse y desvestirse de una forma secuencial; abrocharse y ajustarse los vestidos y el calzado, y ponerse y quitarse dispositivos personales, prótesis u órtesis.
Masticar y tragar. Capacidad para mantener y manipular comida y líquidos en la boca y tragarlos.
Comer. Proceso de colocar, preparar y conducir la comida y los líquidos desde el plato o la copa a la boca.
Movilidad funcional. Moverse desde una posición, o lugar, a otro (durante el desempeño de las actividades cotidianas), ya sea la movilidad en la cama, en silla de ruedas, transferencias (silla de ruedas, cama, coche, bañera, inodoro, plato de ducha, silla o suelo). Desempeñar la deambulación funcional y el transporte de objetos.
Dispositivos para el cuidado personal. Uso, limpieza y mantenimiento de instrumentos de cuidado personal, tales como audífonos, lentes de contacto, gafas, órtesis, prótesis, equipamiento adaptado y anticonceptivos.
Higiene personal y acicalado. Obtención y uso de pertrechos.
Actividad sexual. Implicación en actividades que den como resultado la satisfacción sexual.
Sueño/descanso. Un período de inactividad en el que uno puede o no suspender la conciencia.
Higiene en el inodoro. Obtención y uso de pertrechos; manejo de la ropa; mantenimiento de la posición en el inodoro; transferirse a y de la posición del inodoro; limpieza del cuerpo y cuidado de las necesidades derivadas de la menstruación.
Tabla 2 .Actividades instrumentales de la vida diaria
Cuidado de otros (incluyendo la selección y supervisión de cuidadores). Preparar, supervisar o proveer el cuidado de otros.
Cuidado de animales domésticos y mascotas. Preparar, supervisar o proveer el cuidado a animales domésticos y mascotas.
Criar a los niños. Proveer el cuidado y supervisión para sostener el desarrollo de las necesidades de los niños.
Usos de dispositivos de comunicación. Equipos o sistemas para escribir, teléfonos, máquinas de escribir, ordenadores, tableros de comunicación, luces de llamadas, sistemas de emergencia, escritura en braille, dispositivos de telecomunicaciones para sordos y sistemas de comunicación aumentativa para mandar y recibir información.
Movilidad en la comunidad. Moverse por sí solo en la comunidad y usar el transporte público o privado, ya sea conducir o acceder a los autobuses, taxis u otros sistemas de transporte público.
Gestiones financieras. Usar los recursos fiscales, incluyendo métodos alternativos de transacciones financieras, y planificar o usar finanzas con objetivos a largo y corto plazo.
Control y mantenimiento de la salud. Desarrollo, mantenimiento y control de las rutinas para la salud y la promoción del bienestar, tales como la salud física, la nutrición, disminución de las conductas del riesgo para la salud y rutinas de medicación.
Establecimiento y mantenimiento del hogar. Desarrollo y mantenimiento de las posesiones personales y domésticas y del entorno (p. ej. hogar, patio, jardín, electrodomésticos, vehículos) incluyendo el mantenimiento y reparación de las posesiones personales (ropa y artículos domésticos) y conocer como solicitar ayuda o con quién ponerse en contacto.
Preparación de menús y limpieza. Planificación, preparación, servir comidas equilibradas y nutritivas y limpieza de los utensilios después de las comidas.
Procedimientos de seguridad y respuesta de emergencia. Conocimiento y desarrollo de procesos preventivos para mantener un entorno seguro que incluya el reconocimiento de situaciones repentinas y peligros inesperados y el inicio de acciones de emergencia para reducir la amenaza a la salud y a la seguridad.
Compras. Preparación de listas de compras (de alimentos y otros); selección y compra de artículos; selección de métodos de pago y realización de transacciones de dinero.
A la hora de evaluar, el terapeuta ocupacional debe de tener en cuenta aspectos de vital importancia como son la empatía y la escucha activa.
Según Peloquin (9) la empatía es la base de la relación terapéutica. Rogers, afirma: “La empatía significa entrar en el mundo privado del otro y sentirse cómodo en el. Consiste en ser sensible al miedo, al enojo, a la confusión, a la alegría o a cualquier cosa que esté experimentando.
Significa vivir transitoriamente en su vida, moviéndose sin emitir juicios…en algún sentido significa que usted se coloca a un costado y esto solo puede ser realizado por una persona que está lo suficientemente segura de sí misma como para saber que no se perderá en lo que puede surgir del mundo extraño del otro”
Ser empático no significa estar de acuerdo con el otro, consiste en sentir con el y no igual que él, es un movimiento unilateral que trasmite compresión, gracias a que trabaja desde una percepción fina y sensible. Nos lleva al conocimiento íntimo de la persona y requiere un gran esfuerzo, porque la reacción automática es la simpatía o antipatía, en cambio la empatía es una construcción emocional ayudada desde el pensamiento racional, coherente, flexible y tolerante.
Respecto a la escucha activa tenemos que destacar tres etapas (10). Por un lado la reafirmación, se produce cuando los profesionales repetimos palabras que el paciente ha utilizado en su discurso con el profesional y es útil esta etapa para disminuir las resistencias del inicio de la relación terapéutica. Después la siguiente etapa es la reflexión, la observamos cuando el profesional expresa al paciente el contenido del pensamiento y las sensaciones verbalizado en la comunicación con el profesional. Finalmente tenemos la etapa de la clarificación y se produce cuando los pensamientos y emociones del usuario son resumidos y simplificados por el profesional, esto permite al paciente aproximarse a sus emociones y pensamientos.
Objetivos
El objetivo del trabajo es reflexionar sobre las escalas utilizadas frecuentemente por los terapeutas ocupacionales ,priorizando escalas en las que se tenga en cuenta los intereses y roles del paciente,para mejorar su adhesión al tratamiento.
Metodología
La metodología utilizada es la evaluación (11) que es un proceso planificado para buscar y obtener información a través de la observación, la entrevista, revisión de la historia clínica y valoraciones. Entre los propósitos de la evaluación se pueden citar los siguientes:
▪ Determinar el actual nivel de desempeño funcional del paciente.
▪ Identificar los déficits y puntos fuertes de componentes del desempeño que afectan a determinadas ocupaciones.
▪ Identificar limitaciones y potenciales de las áreas de desempeño.
▪ Proveer una línea de base para la planificación del tratamiento.
▪ Aportar datos que sirvan para el seguimiento a corto plazo.
Noelia Agudín Barrero
▪ Valorar el grado de apoyo necesario de terceros.
▪ Describir las características de los contextos que facilitan o limitan el desempeño ocupacional.
El propósito de la evaluación de terapia ocupacional en salud mental es ver qué cosas necesita hacer el paciente, que es capaz de hacer o que quiere hacer y averiguar porque no las puede realizar
Antes de profundizar en la metodología que se puede utilizar para la evaluación, es importante recordar cuales son los marcos de trabajo para la práctica de la terapia ocupacional : la determinación del perfil ocupacional y el análisis del desempeño ocupacional. El perfil ocupacional es un resumen de la información que describe el historial ocupacional y las experiencias del paciente, y además tiene en cuenta los patrones de vida, así como sus intereses, valores y necesidades. De esta información podemos determinar que el perfil ocupacional es un proceso centrado en el paciente; es así como el terapeuta ocupacional obtiene información para comprender qué es significativo e importante para el paciente, traza su perfil de puntos fuertes y planifica las metas de tratamiento. Por otro lado el análisis del desempeño ocupacional se centra en reunir e interpretar información utilizado instrumentos de valoración diseñados para observar, medir y examinar los factores que lo facilitan o limitan.
Escalas de valoración estandarizadas
En Terapia Ocupacional se utilizan test estandarizados como no estandarizados, destacamos que los estandarizados son objetivos, llevan unas instrucciones para su administración y puntuación y existen evidencia estadística de su validez y fiabilidad. No podemos obviar que junto a estas escalas, la valoración lleva a su vez una revisión de la historia clínica, entrevista y observación. (1)
Son muchas las Escalas de valoración que miden las Actividades Básicas de la vida diaria, a continuación vamos a desarrollar cinco de las más utilizadas:
- Evaluación Comprensiva en Terapia Ocupacional (COTE) 12, Fue diseñada y validad por Sara Brayman y colaboradores en 1976 y posteriormente fue revisada por la propia autora y Kunz en 1999. Es una escala observacional que valora el comportamiento ocupacional en personas con enfermedad mental. La escala define en su primera versión 25 comportamientos ocupacionales relevantes en la práctica de la terapia ocupacional, y en su segunda versión añade otro más que es la conceptualización, por lo tanto cuenta actualmente con 26 indicadores.
- El Índice de Barthel o Escala de Barthel (13) Anexo 1Fue publicada en 1965 por Dorotea Barthel y Florence Mahoney, como fruto de la observación del equipo multidisciplinario que trabaja con pacientes ingresados en hospitales crónicos de Maryland, de ahí que se conozca como “Índice de discapacidad de Maryland”. Es la escala más utilizada para la valoración funcional de un paciente y su rehabilitación. La escala mide la capacidad de una persona para realizar 10 actividades de la vida diaria, que se consideran básicas, de esta forma se obtiene una estimación cuantitativa de su grado de independencia. Es importante que lo que se debe registrar es lo que paciente hace y no lo que puede hacer. Esta escala ha dado lugar a múltiples versiones siendo la más conocida la de Granger y et., que recibe el nombre de Índice de Barthel modificado. Es de especial ayuda para valorar dos aspectos de las personas con problemas funcionales, su movilidad para la rehabilitación y su movilidad para los autocuidados. Se trata de un cuestionario heteroadministrado con 15 ítems tipo likert (método de evaluaciones sumarias) subdividido en 2 índices, el índice de autocuidado con una puntuación máxima de 53 puntos, y el índice de movilidad movilidad, con un máximo de 47 puntos. A mayor puntuación mayor independencia. Ambas puntuaciones suman 100 puntos y su interpretación es igual que la del Barthel original.
- Índice de KATZ (Katz y col, 1963) (14) Anexo 2 Fue publicado en 1963.Se diseño para evaluar la ejecución de las AVD en pacientes mayores de 65 años con fractura de cadera, sin embargo hoy en día se ha generalizado su uso a todo tipo de pacientes. Esta es la única escala en la que el resultado no es cuantitativo. Consta de 6 ítems; 5 grupos de actividades (baño, vestido, uso de retrete, transferencias y alimentación) y una función corporal (continencia), dando la posibilidad de añadir “otro” no especificado. Se puede evaluar de dos formas. Una considerando los ítems individualmente, de manera que se den 0 puntos cuando la actividad es realizada de forma independiente y 1 punto si la actividad se realiza con ayuda o no se realiza aunque la persona sea capaz. Otra manera de puntuar que es la descrita por los autores en la versión original, cada actividad se evalúa en términos de independencia para su ejecución y posteriormente se traslada a un índice alfabético jerárquico que permite adjudicar una categoría global de funcionamiento. La A significa la independencia en todas las funciones y la G dependencia en las 6 actividades que se valora.
- Medida de la Independencia funcional (MIF/FIM ,1991) (15) Anexo 3 Esta escala fue desarrollada en los años ochenta por un consorcio del congreso americano de rehabilitación y la academia americana de medicina física y rehabilitación. Mide realmente lo que una persona puede hacer, independiente del diagnostico y de las capacidades potenciales, así como la cantidad de ayuda que requiere una para realizar las VAD con seguridad y efectividad en el medio. Consta de 18 áreas agrupadas en seis categorías, que se denominan cuidado personal, control de esfínteres, movilidad, locomoción, comunicación y cognición social. Cada uno de estos 18 ítems tiene una puntuación máxima de 7 y una mínima de 1 en función del grado de ayuda que precisen.
Escala de Valoración de la Incapacidad física de Cruz Roja (CRF)(Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid,1972)(16) Anexo 4.Fue desarrollada por el servicio de Geriatría del Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid y publicada por primera vez en 1972.Recoge de forma global 2 grupos de actividades(La marcha y los “actos de la vida diaria”)la función corporal continencia y la necesidad de cuidados de enfermería, graduándola en 6 niveles ,desde independiente(0) hasta dependiente total( 5),que correspondería al paciente encamado, evaluando de forma especial la movilidad y el control de esfínteres y, de manera más genérica, la capacidad para el autocuidado.
Existen multitud de escalas más como :
Para valorar las Actividades instrumentales de la vida diaria, vamos a explicar a continuación las más utilizadas
6. Habilidades básicas de la vida diaria. Basic Everyday Living Skills (BELS): (17) Es un cuestionario diseñado para evaluar los cambios en el desempeño de las actividades de la vida diaria en los/as pacientes con trastornos mentales de larga evolución tras su desinstitucionalización. Es de administración heteroaplicada. Precisa la colaboración de una persona que actúe como informante clave (profesional o familiar) que conozca bien al/a la paciente para su cumplimentación, ya que será el/la informante quien proporcione la información necesaria para la codificación. El marco de referencia temporal habitual es el último mes, excepto en los ítems 4 (vuelta a casa por la noche), 14 (compras), 15 (lavado de ropa) y 26 (prestar auxilio en una emergencia), en los que por referirse a comportamientos poco frecuentes se amplía el marco a los 6 meses previos. Consta de 26 ítems que evalúan 26 comportamientos desde dos perspectivas: – Grado de oportunidad para realizar las actividades de forma independiente: Puntuación mediante escala Likert de 3 grados (0, ninguna oportunidad de independencia; 2, total oportunidad). – Nivel real de realización de cada actividad de la vida diaria: Puntuación mediante escala Likert de 5 grados (0, no realiza ninguna actividad o es necesaria supervisión diaria; 4, nivel normal de realización).
7. El Índice de Lawton y Brody (18) Anexo 5 es la más utilizada para medir el nivel de funcionalidad en las AIVD. Fue desarrollada en el centro geriátrico de Filadelfia por estos autores (Lawton y Brody) y publicada en 1969. Permite valorar la capacidad de la persona para realizar las actividades instrumentales necesarias para vivir de manera independiente en la comunidad, mediante 8 grupos de actividad (uso el teléfono, hacer la comprar, preparar la comida, trabajos domésticos, lavado de ropa, transporte, control de medicación y manejo del dinero). Que se subdividen en 4-5 ítems según la gravedad.
8. Structured Assesment of Independent Living Skills (SAILS) (19) Consta de 10 áreas: habilidad motriz fina, habilidad motriz gruesa, vestido, comida, lenguaje expresivo, lenguaje receptivo, tiempo-orientación, habilidades relacionadas con el uso de dinero otras actividades instrumentales e interacción social. Analiza un total de 50 tareas, que son evaluadas de 0-3, mediante la observación directa.
9. Escala de evaluación rápida de la incapacida/Rapid Disability Rating Scale-2 (RDRS-2) (Linn y Linn,1982)(20) Consta de 18 preguntas clasificadas en 3 grupos: ayuda para las actividades cotidianas(8 ítems),grado de incapacidad (7 ítems) y grado de problemas especiales (3 ítems).Existen 4 opciones de respuesta: desde 1: totalmente independiente o comportamiento normal a 4: totalmente dependiente : no quiere, no puede o no desea realizar alguno de los ítems o padece la forma más grave de discapacidad.
También existen escalas que valoran a su vez básicas e instrumentales como :
10. KELS (21): evalúa actividades básicas e instrumentales y puede ser utilizado en la edad adulta. Es un instrumento útil para ver la evaluación del tratamiento en aquellos casos en los que existe una patología crónica o del desarrollo en la edad adolescente. Está diseñado para adulto y mayores. El objetivo primario es diseñar una evaluación que permitiera saber si el individuo podría vivir independientemente en la comunidad después del alta hospitalaria. Se pude utilizar bien a través de la observación o de pruebas. Contempla las áreas de: cuidado personal, seguridad y salud, manejo de dinero y administración de dinero, uso de transporte y teléfono y trabajo y ocio.
Si analizamos los datos obtenidos en estas escalas,todas nos van aportar en mayor medida ,el nivel de dependencia de nuestros pacientes en las actividades evaluadas. Así obtendremos las carencias de nuestros pacientes para la realización de dichas actividades. Como refiere Early (1993)(22) en muchos casos los enfermos mentales, a pesar de poseer un desempeño adecuado de sus AVD, son incapaces de encontrar un sentido a sus vidas y se sienten hundidos,miserables , desnortados.
El terapeuta ocupacional no debe limitarse a una evaluación centrada en lo que un sujeto hace o no,cuando y cómo; debe ser capaz de preguntarse también por la significación que las ocupaciones tienen para el individuo. (3)
Se trata de humanizar nuestra valoración, como señala José Carlos Bermejo (23) , humanizar tiene un significado profundo y conlleva numerosas implicaciones. Humanizamos cuando atendemos a las personas desde su concepción holística; son más que físico y corporeidad, son personas con emociones y sentimientos, personas que viven en un entorno concreto y en una familia, barrio, comunidad y sociedad. Personas singulares, únicas, que requieren respuestas personalizadas a sus necesidades y expectativas. Personas capaces de decidir, deseosas de participar. Personas con autonomía que cuidan de su vida, salud y bienestar. Personas con derechos y responsabilidades, libres para elegir. Personas que, no solamente tienen problemas y dificultades, están llenas de recursos y potencialidades.
Tal y como refiere Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria 2016-2019 (23) dentro de la humanización del cuidado en salud mental establece como uno de sus objetivos ,concretamente el numero 2 el siguiente:
– Potenciar la implicación y la participación activa de las personas con trastorno mental en su proceso e itinerario integral de atención y de utilización de recursos, desde una base de continuidad de cuidados y garantizando la protección de sus derechos.
A continuación desarrollamos dos El Listado de Intereses y El listado de Roles.
Listado de Intereses Adaptado (24) Anexo6
Matsutsuyu (1960) desarrolla el listado de intereses como un medio de recolectar datos de los patrones de intereses de la persona y las características que serían útiles para la práctica clínica. Este consiste en tres partes, un listado de 80 ítems, una sección para responder los intereses adicionales y una sección en la cual se pregunta al entrevistado por un resumen de su historia de intereses correspondientes al tiempo libre, indicando sus actividades más placentera.
La administración de las tres partes del listado de intereses ofrece una perspectiva de los intereses presentes del individuo y la implicación de ellos a lo largo de la vida. Los ítems escogidos en el listado son relevantes en lo que se refiere a la utilización de los espacios recreativos de la vida, y las tareas de la vida diaria, se seleccionaron para entrevistados de clase media urbana.
Este instrumento fue diseñado para ser administrado cínicamente como un agregado a la entrevista. El listado de intereses es llenado por el individuo y se le pide indicar el interés en cada actividad. Se debe hacer notar, sin embargo, que la confiabilidad y validez existen solo en un método de escala unificada, en cinco puntos que serán discutidos brevemente. La parte que es llenada por el individuo es seguida, ya sea por una entrevista o por una descripción que hace el propio individuo de sus patrones de uso del tiempo libre. Matsutsuyu sugiere, sin embargo, que la entrevista clínica es mucho mas practica y recolecta más datos.
Rogers, Weinstein y Figone examinan la confiabilidad de la estructura del instrumento. Los ítems originales de Matsutsuyu tienen una escala de cinco puntos (“me gusta mucho”, “me gusta”, “indiferente”, “no me gusta “, “no me gusta nada” ).
La confiabilidad del Test fue realizada con 48 alumnos de enseñanza media y fue de 0,92.
En el uso clínico es común que los terapeutas ocupacionales. después de la administración del listado utilicen la entrevista para establecer y asegurar la participación en los intereses indicados y obtener otra información útil para establecer la confiabilidad de los resultados.
Matsutsuyu construye el instrumento para encontrar tres criterios: universalidad y comprensión de los ítems, lo apropiado de las cinco categorías de intereses (deportes, recreación social, destrezas manuales, actividades de la vida diaria y actividades culturales/educacionales) y su importancia para la clínica. Lo ítems y su categorización parecerían tener validez de forma.
Rogers, Weinstein y Figone examinaron la validez de esta clasificación o categorización de los intereses por medio del análisis factorial. Los resultados de sus estudios no apoyan la categorización sugerida por Matsutsuyu. Las categorías que parecen ser empíricas y conceptual mente significativas son las culturales / educacionales y los deportes. Los resultados consideran que el interpretar el perfil de los intereses del paciente de acuerdo a una categoría a prior puede llevar a un análisis descriptivo inapropiado y por tanto a decisiones de tratamiento inadecuadas. Un patrón de intereses normal puede incluir unos pocos intereses relevantes de la categorización de Matsutsuyu. Además el examen de los patrones de intereses y la forma en que se agrupan en las diferentes edades y grupos culturales debe ser considerado. El uso del instrumento en la práctica en asociación con el MOHO, fue crítico para su modificación por Scaffa en 1981, y luego por Kielhofner y Neville (1983). La modificación consta de 68 intereses y cambios en las consignas para obtener mayor información, incluyendo los cambios en los intereses en la historia ocupacional, los intereses que la persona conserva y su proyección futura de participar en ellos.
El listado de intereses modificado está diseñado para ser aplicado con personas adultas y adolescentes. A pesar de mostrar una gama amplia de intereses, está dirigido a cubrir más que nada intereses que no son vocacionales y que influencian las elecciones ocupacionales. El listado ha sido modificado y adaptado para su uso en distintas culturas.
El listado de intereses original fue desarrollado para adultos y fue examinado en sus propiedades trigonométricas con adolescentes.
El listado de intereses modificado está diseñado para ser aplicado con personas adultas y adolescentes. A pesar de mostrar una gama amplia de intereses, está dirigido a cubrir más que nada intereses que no son vocacionales y que influencian las elecciones ocupacionales. El listado ha sido modificado y adaptado para su uso en distintas culturas.
Contenidos evaluados
El listado de intereses había sido visualizado sólo en términos de su indicación de las áreas de los intereses del individuo. No obstante que el procedimiento del puntaje original de Matsutsuyu requería de una indicación del número de intereses en cada categoría, la categorización de los intereses es probablemente uno de los últimos aspectos útiles del área. En la actualidad su utilidad es mucho más amplia, utilizándose para evaluar la habilidad del individuo para discriminar intereses, tipos de patrón y atracción propios de cada individuo, no importando el número de ellos sino el impacto cualitativo de su integración en la participación ocupacional. El listado y la entrevista posterior a menudo dan información acerca de las experiencias pasadas del individuo, de sus recursos y sus limitaciones actuales en el desempeño de los intereses y del rol que juegan los intereses en las acciones del individuo. Un procedimiento útil es el de evaluar la congruencia entre los roles de la persona y la categoría de intereses, por ejemplo, una persona en el rol de dueña de casa con poco o ningún interés en la categoría de actividades del diario vivir, puede indicar un conflicto entre los roles de vida y los patrones de intereses.
Recomendaciones prácticas (C. G.de las Heras)
El instrumento nos puede entregar mejor información si seguimos el siguiente
procedimiento:
1.La persona es orientada a marcar los cuadrantes para cada interés según la consigna establecida en la parte superior del instrumento. Si la persona requiere ayuda para rellenar el instrumento, ésta puede ser otorgada por el terapeuta, siempre respetando las opiniones de la persona acerca de cada interés.
2.Luego de haber completado el instrumento pida a la persona identificar los 5 intereses que le son más relevantes o fuertes en su vida y por qué. (atracción).
3.A continuación, en la entrevista, evalúe el patrón o la variedad de patrones de sus intereses, y como éstos aportan a la participación ocupacional del individuo.
4.El instrumento es muy útil cuando la persona se encuentra desorientada en el proceso de una entrevista a identificar y explicar este importante aspecto de la volición, y en aportar a la exploración de nuevos intereses que posean un tipo de atracción similar a los desempeña dos previos a la adquisición de una discapacidad que limite la participación en ellos
LISTADO DE ROLES (25)Anexo 7
El Listado de Roles es un listado que se completa a lápiz, requiere aproximadamente de 15 minutos para su administración, y es apropiado para ser usado con adolescentes, adultos o personas de la tercera edad. El listado esta dividido en 2 partes. La primera parte evalúa, a través de un continuo temporal, los roles que más han servido para organizar la vida diaria del individuo. La segunda parte permite identificar el grado en que el individuo valora cada rol. Por lo tanto este listado aporta a la identificación de si es que la persona ha desempeñado, desempeña, e identifica desempeñando determinado número de roles en el futuro, aporta a comprender la congruencia entre los roles desempeñados y el valor asignado a éstos y su impacto en la satisfacción ocupacional, como así el balance de estos roles en la organización de una rutina satisfactoria, mostrando ya sea una ausencia o presencia de roles significativos, congruencia entre el deseo de participar en roles y las capacidades reales de la persona..
El listado presenta 10 roles, que contienen una breve definición. Los roles incluyen los de estudiante, trabajador, proveedor de cuidados, dueño de casa, amigo, miembro de familia, participante religioso, aficionado y participante en organizaciones. Se incluye además la categoría “otros», para personas que participan en otros roles no especificados en el listado. Es importante hacer notar que la definición del rol incluye ejemplos, los cuales no necesariamente abarcan todo su significado. El listado pretende identificar los roles que organizan el diario vivir del individuo, por esto la definición de cada rol hace referencia a la frecuencia de desempeño. Por ejemplo, el rol de miembro familiar se refiere a ocupar tiempo haciendo algo, por lo menos una vez en la última semana, con un miembro de la familia como el cónyuge, padre, o algún otro pariente. La frase clave es una vez a la semana. La gente puede efectivamente verse a si misma como miembros de familia, pero su familia puede residir fuera de la ciudad, lo que ocasiona un contacto poco frecuente. En consecuencia, este rol no es viable para organizar el diario vivir en el presente.
La parte I del Listado de Roles, presenta 10 roles bajo la clasificación en el pasado, presente y futuro. El presente se refiere no sólo al día en que se completa el listado, incluye además la semana anterior. El pasado se refiere al periodo de tiempo mas allá de la semana pasada. El futuro es cualquier tiempo partiendo del día siguiente, la próxima semana, el próximo mes o el próximo año.
Las personas son instruidas en cómo marcar apropiadamente en las columnas aquellos roles en los que se han desempeñado, o participan en el presente, y/o planifican desempeñar a futuro. Se puede marcar más de una columna por cada rol. Por ejemplo, si una persona fue voluntario en el pasado, en el presente no participa, pero sin embargo, piensa que volverá a realizarlo en el futuro, esta persona podría marcar las columnas de pasado y
futuro.
La parte II del Listado de Roles repite los 10 roles bajo la clasificación de: Muy valioso, De algún valor y No del todo valioso. Valioso se refiere aque el rol es importante o significativo en la vida de la persona. Los individuos son instruidos en cómo marcar las columnas que mejor describen el valor que ellos le atribuyen a cada rol. Los individuos deben responder a todas las preguntas, aún cuando no hayan desempeñado los roles o no planifiquen desempeñarlos a futuro.
Finalmente se realiza una entrevista relacionando las áreas de contenido.
Conclusiones
Si analizamos los datos obtenidos en las escalas funcionales citadas anteriormente, todas nos van aportar ,el nivel de dependencia de nuestros pacientes en las actividades evaluadas. Así obtendremos las carencias de nuestros pacientes para la realización de dichas actividades. El resto de información que necesitamos del paciente debemos obtenerlo del perfil ocupacional , pero si incluimos el uso de otro tipo de escalas de valoración; que tengan en cuenta los roles e intereses de los pacientes, nos permite en primer lugar , humanizar nuestra valoración y en segundo diseñar un plan de intervención que incluya actividades que sean significativas para el paciente, que aseguren su participación y adhesión al tratamiento y por tanto la consecución de objetivos,es decir que nos permita trabajar con el paciente de manera global adaptando el tratamiento al paciente y no al revés. . El terapeuta ocupacional no debe limitarse a una evaluación centrada en lo que un sujeto hace o no,cuando y cómo; debe ser capaz de preguntarse también por la significación que las ocupaciones tienen para el individuo. Como profesionales sanitarios debemos mostrar nuestra empatía y nuestro trato humanizado desde la primera toma de contacto con el paciente,es decir desde la valoración, si usamos escalas especificas que pregunten al paciente sobre su desempeño ocupacional y sobre lo que le gusta hacer ,sobre sus intereses,roles,expectativas,estamos fomentando desde el principio su participación y a su vez estamos dirigiendo nuestra intervención en la persona y no en el diagnóstico.
Para evidenciar todo lo planteado se adjunta el siguiente caso práctico, a modo de ejemplo :
CASO CLÍNICO
Un paciente con diagnóstico de esquizofrenia sufre una descompensación debido a un abandono de su tratamiento farmacológico, que requiere ingreso hospitalario para su estabilización. Tras el alta acude a consulta, ya no presenta sintomatología psicótica , pero se deriva a un dispositivo de tratamiento (hospital de día) puesto que actualmente esta en su domicilio inactivo,aislado,sin relacionarse con otros,ha descuidado su aseo y alimentación.
A nivel general podemos decir que :
Tras la valoración,se diseña el perfil ocupacional y observamos los siguientes déficits en las siguientes siguientes áreas:
1. Autocuidado: dificultades a la hora de cubrir las necesidades más básicas de la persona, falta de higiene personal, pérdida de motivación necesaria para ello, deficiente manejo de su entorno, hábitos de vida no saludables ,escaso cuidado de la salud,
2. Autonomía (AVD): déficit en todo lo que tiene que ver con un desempeño propio en cuanto a colaboración de tareas domésticas, manejo del dinero y dependencia económica, manejo de transportes, escasa utilización de tiempo libre, escaso y nulo desempeño laboral, etc.
3. Autocontrol: incapacidad para el manejo de manejo de situaciones de falta de competencia personal
4. Relaciones interpersonales: falta de red social, manejo inadecuado de relaciones sociales
5. Ocio y tiempo libre: aislamiento incapacidad para manejar el ocio, anhedonia, abulia, pobreza afectiva, etc.
6. Funcionamiento cognitivo: dificultades de atención, concentración, procesamiento de la información, efectos secundarios de la medicación a nivel cognitivo( Anexo 8) etc.
7. Funcionamiento motor: rigidez motora, efectos secundarios de la medicación a nivel motriz, ( Anexo 8) practica de la vida sedentaria, etc.
8. Funcionamiento Laboral: falta de experiencia o fracaso laboral, expectativas laborales desajustadas, falta de hábitos de trabajo, dificultades de manejo socio laboral.
Los objetivo de intervención son conseguir su adhesión al tratamiento en el centro fomentar las relaciones sociales y volver al desempeño ocupacional previo a la recaída.
Nos encontramos con la dificultad añadida de que el paciente se muestra reacio acudir al servicio.
Tras nuestra valoración centrada en sus intereses y roles determinamos que muestra interés por el deporte, que jugo al fútbol desde niño y que previo a su enfermedad quedaba con un grupo los sábados por la mañana para jugar al fútbol, pero que ahora ya no lo realiza, que ahora solo ve los partidos por televisión, aunque refiere que le gustaría retomarlo pero que lo ve imposible,puesto que lleva tiempo sin realizar nada de deporte y no se encuentra bien para retomarlo.
Por ello ofertamos al paciente que acuda a la actividad deportiva que se realiza dentro de las actividades del centro ,que se realiza en un polideportivo municipal, cuya intensidad es leve-moderada, incluye un calentamiento y después una actividad deportiva a elegir entre badminton,baloncesto y fútbol,.
Con ello conseguimos que el paciente acepte , puesto que le estamos ofertando una actividad que es significativa para él y que nos permita a su vez, que acuda al centro e iniciar nuestro plan de intervención. De esta manera conseguimos que el paciente empiece la actividad,inicie una rutina,cumpliendo horarios, rompa su aislamiento, se relacione con otros pacientes dentro del juego deportivo y se trabaje también una AVD mermada (higiene) puesto que la actividad deportiva contempla en su parte final el uso de instalaciones ,vestuarios para la higiene tras el ejercicio. A su vez estamos situando al paciente en un recurso comunitario con el que puede continuar tras su mejoría y al alta del recurso actual. El haber tenido en cuenta sus intereses nos ha facilitado que acepte venir al centro,iniciar una relación terapéutica y nos permita incluirle en otras actividades beneficiosas para él para la consecución de objetivos, como el taller de compra y cocina.
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