CARE NEEDS AND THE IMPORTANCE OF THE SCHOOL NURSE IN EDUCATIONAL CENHUMANIZATION AND SUPPORT DURING BIRTH CARE: A WOMEN’S PERSPECTIVETERS
Bárbara Barbieri
Enfermera especializada en obstetricia y ginecologia.
RESUMEN
Objetivo: Analizar la percepción de las mujeres después del parto, observando el apoyo recibido por parte de los profesionales, y valorando la el utilizo de las distintas prácticas de atención al parto.
Metodología: Estudio descriptivo y transversal hecho en puérperas en las primeras 24/48 horas posteriores al parto, a través de un cuestionario con preguntas que valoran características demográficas y del embarazo, y otra parte con variables relacionadas con el apoyo percibido durante la atención al parto.
Resultados: En el estudio participaron 153 puérperas. Según el estudio las percepciones de apoyo de las puérperas por parte de los profesionales fueron positivas. Sin embargo, lo que corresponde al uso de un plan de parto sigue siendo bajo. Cabe añadir que la utilización del material que se pone a disposición para facilitar el parto y permitir así una mayor implicación y toma de decisiones por parte de la mujer, sigue dando resultados inferiores.
Conclusiones: Este estudio demuestra que se están dando pasos significativos hacia un parto más humanizado, aunque siempre hay que hacer hincapié sobre el rol protagónico de las mujeres durante su parto en el cual tienen que participar, tomando decisiones, preparándose un plan de parto y, a las cuales, tenemos que ofrecerlas todo lo que tenemos a disposición para que ellas sean las protagonistas absolutas de este momento tan especial en la vida de cada una.
Palabras clave: Embarazo, puerperio, parto humanizado, educación prenatal, parto y movimiento.
ABSTRACT
Objective: To highlight women perception after childbirth, observing the support received from professionals and evaluating the use of different care practices at childbirth.
Methodology: A descriptive and transversal study to puerperal women done in the first 24/48 hours after delivery. Post-partum women were presented with a questionnaire that assessed personal demographic characteristics and types of pregnancy, and another one with variables related to the perceived support during delivery care.
Results: 153 puerperal women participated to the study. According to it, the perceptions of the support by professionals to post-partum women were positive. However, a Delivery Plan is still not highly in use and the material available to facilitate delivery and allow greater involvement and decision-making of the women, continues to give lower results in respect to the other items.
Conclusions: This study shows that significant steps are taken towards a more humanized delivery, although it is always necessary to emphasize the leading role of women during their delivery in which: they must participate, making decisions, preparing a delivery plan.
We, on the other side, have to offer them everything we have available so that they can be the absolute protagonists of this special moment in their life.
Key words: Pregnancy, puerperium, humanized delivery, prenatal education, delivery, and movement.
INTRODUCCIÓN
Desde la segunda mitad del siglo XX, la asistencia a la gestación y al nacimiento ha sufrido un proceso de medicalización y tecnificación.
El parto ha sido objeto de diversas atenciones y cuidados que han ido evolucionando con los años. Tradicionalmente, la asistencia al parto la realizaban exclusivamente mujeres que se encargaban del proceso de acompañamiento a la parturienta y solían mantener una actitud expectante y no intervencionista (1).
Por lo tanto, la asistencia al parto pasó de ser un acontecimiento fisiológico, desarrollado en la intimidad del hogar y ligado a la familia, en el que la mujer tomaba el control de su cuerpo y decidía cómo y dónde parir, a ser un proceso tecnificado enteramente en manos de la ciencia médica (2) (3).
De esta forma, las gestantes abandonaron su papel protagonista en su propio parto para ser consideradas pacientes o simples espectadoras pasivas (4).
Esta medicalización de la atención ha suscitado opiniones encontradas; mientras algunos han considerado la medicalización y tecnificación de la asistencia al nacimiento como signos positivos del progreso médico, otros han hecho responsable a estos procesos, de la deshumanización de las atenciones a las embarazadas, por lo que han reclamado el retorno a un trato más respetuoso con cada persona, con cada gestante, parturienta y/o puérpera (5).
Teniendo en consideración esta medicalización excesiva, la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgó unas recomendaciones que era posible aplicar a los servicios perinatales en todo el mundo haciendo hincapié sobre el hecho de que “cada mujer pueda elegir el tipo de parto que prefiera” y que “se debe animar a las madres y a sus familias a practicar el autocuidado” (6).
La atención por parte de la OMS relacionada al grado de medicalización de la atención al parto ha provocado que muchos autores vinculasen la alta tecnificación hospitalaria con una deshumanización en la asistencia sanitaria (7).
Como respuesta al fenómeno de la medicalización, en los últimos años se está asistiendo a un cambio en el modelo de atención sanitaria al nacimiento. En este cambio se pone énfasis al concepto de humanización asociado a la atención sanitaria en el trabajo de parto.
La facultad de tomar y realizar decisiones en relación con su vida y su salud y sobre la atención que desean recibir, ocupa un lugar preferente. Este nuevo modelo reemplaza al modelo predominante a lo largo de la historia, el paternalismo, cuya esencia es dejar de lado el principio de respeto a la autonomía apoyándose en el principio de beneficencia: el médico, la matrona u otros profesionales deciden unilateralmente qué es beneficioso para la paciente de acuerdo con sus propios criterios (8).
Ahora se abandona este modelo vertical y jerárquico por un modelo horizontal, que considera la autonomía de la paciente como un bien o valor básico (8).
Así, se planteó una nueva forma de atención perinatal que se alejaba del modelo intervencionista, lo que condujo tanto a las mujeres como al personal sanitario a tomar conciencia de la necesidad de valorar la dimensión sociocultural como un factor fundamental que tener en cuenta para prestar una atención adecuada y de calidad (9).
La experiencia que la mujer tiene de su parto parece estar condicionada fundamentalmente, tanto por la calidad y organización de los cuidados recibidos, el acompañamiento profesional y el trato percibido, como por el grado de cumplimiento de las expectativas previas. Los aspectos relacionados con el dolor y gestión de este, la presencia de complicaciones y la sensación o sentimiento de control que la mujer tiene durante el proceso, son también cruciales y contribuyen de forma significativa en la valoración de la satisfacción materna tras el nacimiento (10).
Este trabajo quiere analizar el grado de apoyo que perciben las puérperas de su parto, a través de las preguntas del cuestionario. Siguiendo los criterios descritos, se analiza como advierten el asesoramiento por parte de los profesionales de la salud.
De este modo aspiramos a conocer el grado de participación de las gestantes en sus procesos de parto, observando, hasta qué punto los principios de la humanización obstétrica son ya un propósito real perseguido por las mujeres.
Teniendo en consideración las percepciones de ayuda y apoyo de las mujeres, se hace referencia para este estudio al concepto de apoyo social descrito por Schaefer (11),al que reúne tres dimensiones: 1) apoyo informacional, que incluye el dar información y consejos; 2) apoyo tangible o instrumental, que incluye apoyo directo, cuidados e incluye las prestaciones que se ponen a disposición, y 3) apoyo emocional, que incluye la presencia por parte de los profesionales, sus capacidad de tranquilizar, escuchar y ayudar en cada momento (4) (11).
Este estudio tiene por objetivo conocer la percepción de las mujeres embarazadas sobre el apoyo que reciben por parte de los profesionales (4).
El objetivo es conocer la experiencia de las mujeres, con el fin de profundizar en lo que significa para ellas una atención humanizada y satisfactoria al parto.
La dignidad y la autonomía de la mujer embarazada se expresan de modo eminente a través de su derecho a recibir tratamiento y cuidados y del derecho a adoptar decisiones autónomas (12).
El ejercicio de la autonomía decisoria se inserta en un proceso comunicativo sujeto a determinados requisitos, esencialmente tres: información (cualquier dato que permite adquirir o ampliar conocimientos sobre el estado físico y de salud de la paciente y sobre el modo de preservarla, cuidarla, mejorarla o recuperarla), concebida como un proceso gradual y no como un acto clínico aislado, y que debe comunicarse de forma proporcionada y ajustada a las necesidades y capacidad de comprensión de cada paciente; voluntariedad (decisión libre, no adoptada bajo coacción, intimidación, manipulación u otra influencia indebida); y capacidad o competencia (aptitud para comprender y realizar libremente un acto o ejercer un derecho), cuya evaluación es responsabilidad de los profesionales, quienes han de tener en cuenta que la incapacidad de cada persona es variable y graduable, pues son exigibles diferentes niveles de capacidad en razón de la decisión que deba adoptarse y/o realizarse (4) (12) (13).
MÉTODO
El estudio se llevó a cabo en el Hospital Infanta Cristina de Parla (Madrid), detallados en la TABAL 1. El periodo de recogida de la muestra comprendió desde diciembre 2020 hasta marzo 2021
Diseño:
Estudio descriptivo y transversal.
Sujetos:
La población objeto de estudio estuvo constituida por las puérperas que fueron atendida durante su parto en el Hospital Infanta Cristina de Parla.
Este estudio recoge un muestral de 153 mujeres (precisión del 5% e intervalo de confianza del 95%). Para poder participar en el estudio se escogió como criterio de inclusión que las mujeres se encontraran a partir de la semana 37 de gestación para que esta, fuera considerada a término y, que el parto pudiera ser atendido por todo el personal de paritorio. Tanto como matronas como por ginecólogos.
Las mujeres que no quisieron participar voluntariamente en el estudio o que desconocieran el idioma castellano y las cesáreas fueron excluidas del estudio.
Se empleó un muestreo probabilístico, de forma personalizada a cada mujer, intentando contactar con la mayoría de las puérperas del hospital.
Variables e instrumentos de medida:
Se elaboró un cuestionario para el estudio de las variables sociodemográficas y relacionadas con el embarazo y el apoyo percibido durante el embarazo.
Para la elaboración del cuestionario, se creó una primera parte de cuestionario más orientado a una información sociodemográfica de las mujeres y una segunda parte relacionada al apoyo percibido. Para esta ultimas preguntas se tomaron como referencia las 3 dimensiones descritas por Schaefer: apoyo informacional, instrumental y emocional (11).
Variables sociodemográficas y relacionadas con el embarazo:
Se preguntó a las embarazadas por su edad, semanas de gestación, número de partos previos y presencia de plan de parto.
De la misma manera, se analizaron unas variables cualitativas que permitieron valorar la atención recibida por las gestantes de parte de los ginecólogos y de las matronas, y el resto de los profesionales implicados en la atención del parto.
Otro elemento que se cogió en consideración fue el lugar de seguimiento del embarazo, como podría ser: centro de salud, hospital, etc.
También se preguntó a las mujeres que tipo de fuentes de información habían utilizado acerca del embarazo y el parto, y se les dio la opción de elegir entre: servicios de salud, familia y amigos, internet, revistas y libros, y otros.
Asimismo, se analizaron las preferencias personales en la atención al parto normal entre la asistencia de parte de las matronas, ginecólogos o de ambos. (TABLA 1)
Respecto al apoyo percibido, se realizó una medición cuantitativa de las percepciones de las puérperas, en relación con la asistencia al parto por parte de los profesionales implicados en su desarrollo. Para ello, se presentó un listado de 5 enunciados relativos a apoyo emocional («me siento escuchada por los profesionales que me atienden» y «los profesionales que me atienden me animan y apoyan ante las preocupaciones que les planteo») (GRAFICOS 1). Por el apoyo informacional («los profesionales que me atienden durante el parto resuelven las dudas que les planteo» y «los profesionales que me asisten me aportan información sobre los aspectos importantes del embarazo y el parto, y enseñanzas para afrontarlo mejor») (GRAFICO 2) y por el apoyo instrumental («los profesionales que me atienden me proporcionan material que facilita mi preparación al parto») (GRAFICO 3).
Para cada enunciado, las mujeres debían indicar su grado de acuerdo en una escala Likert de 5 puntos (1=NUNCA/NADA/MUY DEFICIENTE; 2=POCO/DEFICIENTE; 3=NO SIEMPRE/REGULAR; 4=CASI SIEMPRE/BIEN/BUENO/BUENA; 5=SIEMPRE/MUY BUENA/EXCELENTE).
Recogida de datos:
Para la recogida de datos se establecieron contactos personales con la matrona del centro de hospitalario, informándoseles sobre los propósitos del estudio.
Durante las primeras 24/48 horas después del parto, en la planta de maternidad del hospital, las mujeres eran informadas sobre el estudio. Solicitándose verbalmente su participación voluntaria y anónima. Los cuestionarios fueron administrados de forma particular, ocupando entre 10 y 15 minutos por su elaboración.
La investigadora resolvió las dudas de las encuestadas que surgieron durante la recogida de datos.
Para la realización de la investigación se solicitó permiso por escrito a la Gerencia del Hospital Infanta Cristina de Parla, que dio su aprobación. La petición justificaba los objetivos y la metodología del estudio, además de su carácter confidencial y la garantía del tratamiento de los datos de forma anónima.
Análisis de los datos:
Los datos recogidos fueron codificados en una base de datos para su posterior tratamiento analítico mediante el programa estadístico SPSS STATISTIC. Para el análisis general de las variables cuantitativas se emplearon los métodos descriptivos básicos de cálculo de media y de la deviación estándar. Para las variables categóricas se realizaron análisis de frecuencias y porcentajes. Todo detallado en las TABLAS 1,2 y GRAFICOS 1,2,3,4, donde se añaden los resultados del análisis estadístico.
Revisión bibliográfica
Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Medline, Cochrane, Dialnet, CUIDEN, PsycInfo, entre los años 2005 y 2020, ambos incluidos.
Los descriptores utilizados en castellano fueron “embarazo”, “parto humanizado” “plan de parto” y “educación maternal”, “parto y movimiento” “educación perinatal”.
RESULTADOS
Descripción de la muestra que respondió al cuestionario
La muestra estuvo integrada por 153 mujeres de edades comprendidas entre 16 y 49 años que se encontraban en los primeros dos días de puerperio en el momento de responder a la encuesta.
Percepción de la atención y apoyo recibidos
En relación con las percepciones de apoyo por parte de los profesionales sanitarios, las mujeres manifestaron puntuaciones medias de 4,71, DE ±0,570 a nivel emocional, 4,48, DE ±0,744 a nivel informacional y 3,94, DE ±1,274 a nivel instrumental. Finalmente, se analizó también la puntuación relacionada al apoyo percibido que dio como media 4,57, DE ±0,744.
DISCUSIÓN
A partir de los resultados descritos se constata que, de acuerdo con lo esperable, las 153 puérperas consultadas son principalmente atendidas por matronas y ginecólogos de los servicios de salud, y ésta es su principal fuente de información sobre la atención al parto. Se aprecia, además, una preferencia por las matronas como profesional de atención durante el proceso del parto. La atención obstétrica de las matronas proporciona una atención más segura en los partos de bajo riesgo, y aumenta la satisfacción de las mujeres con su parto (TABLA 1). En cualquier caso, el apoyo proporcionado por los profesionales es percibido positivamente según el triple nivel informacional, emocional e instrumental.
Por otro lado, se aprecia que, aunque las mujeres tienden a utilizar internet como fuente de información secundaria de una manera autodidacta, sólo un reducido porcentaje ha perfilado un plan de parto. (TABLA 1)
En cualquier caso, las mujeres comparten en cierta medida una visión sobre la atención al parto bastante acorde con las posturas más defendidas actualmente desde las instituciones oficiales de salud.
En términos generales, el análisis de esta investigación es positiva, denota que hay una buena satisfacción percibida por parte de las mujeres y también evidencia que las participantes se han sentido escuchadas, apoyadas e informada durante el parto por parte de los profesionales en su gran mayoría.
Desde mi punto de vista, hay que destacar y reflexionar sobre el hecho que los resultados del nivel que se refiere al apoyo instrumental es lo que ha dado una media de valores más baja.
Esto, nos tiene que hacer pensar sobre el tipo de ayuda que damos a las mujeres que vienen a parir en nuestro centro.
No podemos permitir que las gestantes abandonen su rol protagónico y autónomo ante el parto y que tiendan a dejar al personal sanitario que tomen las decisiones para ellas (14).
En este sentido hay que favorecer que las mujeres asuman la toma de decisiones durante su proceso de parto ayudándolas a escoger las posturas, ofreciéndolas objetos como “pelota de partos”, “calor”, “música” que hacen que sean ellas las protagonistas de este proceso único de dar a luz.
Cuando hablamos de un parto humanizado se requiere un cambio en la actitud de aquellos profesionales que colaboran en este proceso, porque nuestro trato con las gestantes, mediante el apoyo emocional, informacional e instrumental, hace que se promueva un mayor compromiso con su maternidad.
La idea preconcebida que describe el parto como una “situación de riesgo” influye en las expectativas de las mujeres sobre la experiencia del parto. Por tanto, como elementos fundamentales hay que reconocer la capacidad independiente de cada mujer para tomar decisiones, el respeto a la privacidad que da lugar a un sentimiento de conexión con los profesionales que se establece durante la relación asistencial. La sensibilidad de los profesionales de la salud es muy importante. Debe primar el respeto a la privacidad, usando todos los elementos necesarios que lo garanticen. Que las mujeres sean preguntadas y asesoradas mientras son atendidas. Que los profesionales de la salud y en especial las matronas adopten una sensibilidad ética que contribuya al respeto de la autonomía de las mujeres (4).
Para humanizar el parto se debe apoyar a las mujeres y brindarlas información ofreciéndolas diferentes opciones para que sean conocedoras de los riesgos y beneficios de cada una de ellas (8).
De este modo, las mujeres son situadas en el foco de atención y se sienten con capacidad para tomar decisiones sobre su parto, respetando la fisiología del parto e interviniendo únicamente cuando sea necesario.
BIBLIOGRAFIA
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ANEXOS